A mí parecer El Karina es un libro con un excelente trabajo de investigación como todos los libros de Germán Castro Caicedo, un autor que leo con regularidad y que aunque sus libros son muy extensos, al narrar tan detalladamente lo envuelve a uno y hace que el libro se leído completamente hasta el final.
Al leer a Castro Caicedo, puedo darme cuenta que profesionalmente me falta demasiado para considerarme como una comunicadora o periodista, pero igual pienso que de todas formas él al comenzar su carrera también debía tener dificultades y que seguramente aún las tiene.
Luego de la lectura de El Karina, pienso que para hacer buenas investigaciones periodísticas y luego convertirlas en textos escuetos y fáciles de leer, es necesario fijarse detenidamente en todos y cada uno de los detalles que aparecen en lo que se investiga. Un estornudo, una mirada foja en algo, un nombre, una mirada de odio o amor, son determinantes a la hora de hacer una buena descripción y son el gancho para incentivar a los lectores a continuar hasta el final.
Digo esto porque personalmente, traté de dejarlo y cambiar la lectura de este libro por otro tal vez más fácil, pero un día decidí continuar y darle yo también la pelea al Karina, hasta el día que pude lograrlo y sentí una enorme satisfacción, ya que el esfuerzo de Castro Caicedo fue remunerado con mis ganas de leer al abrir el libro en una página dónde se describía pasito por pasito una de las dificultades que tuvieron los del M-19 en la operación.
Es entonces por esto que creo que además de buena investigación, hay que ser buen observador y tener una capacidad de escucha y retentiva casi sobrehumana para captar todo lo que se ve y hasta lo que no se ve alrededor de lo que se investiga.
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